La corona de la Santísima Virgen fue elaborada por el orfebre jerezano Antonio García Falla. Fue regalada por un grupo de hermanos, siendo el diseño de la misma por parte de este grupo de hermanos y del propio orfebre. Fue bendecida sobre las sienes de la Santísima Virgen el 6 de diciembre de 2014, el mismo día de la bendición de la imagen Mariana. Fabricada en metal con baño de oro de ley.
Está realizada en metal repujado sobredorado, siendo el pelícano central de plata de ley, y el oro que se utilizó para el dorado, fue donado por diferentes hermanos, por lo que lleva consigo muchas historias que no conocemos y que dan un valor incalculable «su valor está muy por encima de lo material».
El canasto sigue el diseño de la corona, estando la misma rematada por seis medallones con lapis lazus, siguiendo el diseño del Libro de Reglas de nuestra hermandad. El canasto está rematado por cuatro imperiales, siendo estos coronados por el Corazón Alado que simboliza el Amparo de María, un paño con la inscripción «SITIO» (tengo sed en latín que aparece en nuestro escudo), azucenas en alusión a la virginidad de la Virgen María y el pelícano, símbolo del amor de Cristo. En la parte superior, la corona está rematada por el orbe con incrustaciones de circonitas y encima la Cruz «el árbol donde estuvo clavada la Salvación del mundo», con piedras de agua marina, estado esta Cruz custodiada por dos ángeles que portan la lanza y el hisopo.
La corona está rodeada de un resplandor «Apareció en el cielo una gran señal: una mujer vestida de sol, con la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas». En el resplandor se encuentran los rayos flamígeros que representan al sol, rodeando la cabeza doce estrellas con un agua marina en cada una de ellas.
