“Cuarenta días para crecer en el amor de Dios y en el prójimo”
Queridos hermanos/as en Cristo y María;
Un año más, la Cuaresma invade nuestra religiosidad, nuestra vida en común dentro de nuestra Hermandad y Parroquia. Dentro de pocos días celebraremos el Solemne Quinario al Santísimo Cristo de la Sed, preludio inequívoco del comienzo de nuestra Cuaresma. A lo largo de estos cuarenta días, hemos de reflexionar sobre el significado de la muerte de Cristo y del sufrimiento de María al ver a su hijo crucificado, que no es otro que el de la Resurrección y el de la Esperanza.
Este mensaje redentor de Jesús se hace presente en la Eucaristía. Por ello, el culto y el acercamiento a Dios y a la Virgen a través de nuestros Sagrados Titulares, el Santísimo Cristo de la Sed y María Santísima del Amparo, es uno de nuestros pilares fundamentales. Por este motivo seguimos potenciando nuestros cultos, con un Solemne Quinario Sacramental donde tendremos la oportunidad de estar más cerca aun de Cristo en su máxima expresión, el Altísimo Sacramento del Altar, busquemos un hueco en nuestras apretadas agendas para poder dedicar tiempo a la oración y meditación.
La Cuaresma es un catecumenado anual para prepararnos a esta fiesta principal, en la cual renovaremos las promesas bautismales y se renueva la vida de la Iglesia. Pongámonos en camino. La pauta que nos marca Jesús para este tiempo es la oración, el ayuno y la limosna. Tomemos en nuestras manos el Evangelio de cada día y dediquemos un rato para templar nuestro espíritu. Pongamos a punto nuestro espíritu. Dios nos espera para hacernos partícipes de sus dones.
En la esperanza de veros en los Cultos Cuaresmales y en las actividades y Eucaristías de esta Cuaresma, recibid el más fraternal de los abrazos. Que el Santísimo Cristo de la Sed y su Bendita Madre, María Santísima del Amparo queden siempre con vosotros.
El Hermano Mayor,
Daniel Muñoz Villanueva.