Realizada la estación de penitencia en la jornada del Lunes Santo de 2025, no podemos sino mostrar nuestro más sincero agradecimiento:
A todo el Jerez cofrade que acompañó a nuestra cofradía a lo largo del recorrido, aún más especial este año al salir desde el templo parroquial de San Miguel en una tarde de Lunes Santo que pasará a la historia. Sentimos muy de cerca el cariño de tantas personas que, con su presencia y oración, arroparon al Santísimo Cristo de la Sed en su caminar hacia la Santa Iglesia Catedral.
A la Parroquia de San Miguel, en especial a su párroco, el Ilmo. Sr. D. Luis Piñero y a su sacristán D. Carlos, así como a la Hermandad del Santo Crucifijo por permitirnos organizar con plena libertad y disposición el cortejo y sus atributos. Pese a la tristeza por no encontrarnos en nuestra sede canónica, nos sentimos como en casa y fue todo muy fácil. Agradecemos su hospitalidad fraterna y su acompañamiento constante, que tanto nos ayudó en esta ocasión tan especial.
A «la gente del tiempo»; esto es, al reconocido fotógrafo D. Javier Romero, al meteorólogo D. Juan Antonio Salado y al perfil de la cuenta “MeteoCádiz” en la red social X, por asesorarnos en todo momento de la evolución meteorológica. Su labor fue esencial para la toma de decisiones en momentos de incertidumbre. Contribuyeron, como siempre, con rigor y generosidad, al buen devenir de nuestra jornada.
A la Banda de Cornetas y Tambores Coronación de Campillos por su buen hacer tras el paso del Santísimo Cristo de la Sed. Engrandecisteis el caminar del Cristo Grande de Puertas del Sur gracias a la interpretación de vuestras magníficas piezas musicales. Sin duda, la espera ha merecido la pena. Vuestro compromiso y entrega, combinados con una calidad musical ímproba, quedarán para siempre grabados en nuestra memoria y en el corazón de nuestros hermanos.
A nuestro párroco y director espiritual, el Rvdo. Sr. D. Javier Ramírez Fernández, por estar a disposición de todos los hermanos realizando el sacramento de la penitencia durante el itinerario de ida a la Santa Iglesia Catedral y por aportar serenidad y cercanía a la Junta de Gobierno en situaciones complicadas. También queremos mencionar a nuestro querido D. Juan Azcárate, párroco que fue de la del Santísimo Cristo de la Sed y hermano de nuestra corporación, por acompañarnos en la estación de penitencia y tener reservado este día para la que siempre será su hermandad y su parroquia. Fue un auténtico honor tenerte cerca, querido Juan. Ambos sois referentes espirituales para nosotros, pastores que con fe y entrega acompañan nuestro camino.
A la Hermandad del Nazareno por atender a nuestro pavero en la Capilla de San Juan de Letrán. Todos somos de la Hermandad de Jesús, y detalles como el que tenéis año tras año os hace aún más grandes. Vuestra fraternidad cofrade es un ejemplo para Jerez.
A la cuadrilla de costaleros del Santísimo Cristo de la Sed por estar más que a la altura de lo que las circunstancias iban requiriendo en cada momento. Fue una tarde exigente en la que respondisteis llevando al Señor a donde hiciera falta. Mención especial para los capataces, nuestro hermano D. Alberto Millán y su equipo, pues estuvieron a plena disposición en todo momento. Su maestría y templanza guiaron el paso con la elegancia y el carisma que merecía la ocasión.
A nuestros niños nazarenitos y monaguillos, siempre orgullo de la Hermandad de la Sed. Disteis el mejor ejemplo de fe posible, dedicados por entero a repartir estampas, caramelos y manifestando vuestra implicación para con la hermandad, contagiando de ilusión al propio devenir de la corporación. Comandados por sus diputados, a los que tenemos especialmente en cuenta pues velan fervientemente de que todo vaya bien, fueron la mejor expresión de la inocencia y la esperanza. Sois presente y futuro de esta cofradía.
A los auxiliares externos, por estar pendientes al buen transcurrir de la cofradía y colaborar con la Diputación Mayor de Gobierno. Se trata de una tarea callada y desinteresada que quizás no se valora lo suficiente, pero que hay que destacar desde estas líneas. Sois también un pilar fundamental sin el cual no se entiende a la corporación en su conjunto. Gracias por vuestra dedicación constante.
A los hermanos nazarenos, que con su luz van iluminando al Santísimo Cristo de la Sed. El nazareno de tramo es el que, sin duda, sustenta la Semana Santa. Héroes de una sociedad cada vez más desacralizada y ajena al testimonio de la Palabra de Dios. Por vosotros, la hermandad es cofradía. Por vuestro testimonio silencioso, vuestro sacrificio, vuestra oración en movimiento, el mensaje de la Cruz sigue vivo y encendido.
Finalmente, a todos los que de una forma u otra colaboraron y contribuyeron para que todo saliera bien. Al servicio de médicos de la cofradía, a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, a la Unión de Hermandades -en especial a su delegada de día y auxiliar por atender nuestras necesidades-, y a cuantos no han sido nombrados en este escrito. A todos, gracias de corazón. Cada gesto, cada palabra, cada ayuda ha sido una bendición.
El Lunes Santo de 2025 fue un día para el recuerdo. Un día de fe y de emoción compartida. El Cristo de la Sed nos ha bendecido con una jornada plena, colmada de momentos que quedarán grabados para siempre en la retina de nuestros hermanos. Echamos de menos Puertas del Sur, sus calles, nuestro templo… pero nos llevamos el orgullo de haber representado con dignidad y tesón a toda una parroquia que sueña con volver a ver a sus mayores devociones y vecinos más queridos en casa. La jornada vivida es motivo de orgullo para todos: por la labor incansable de tantos, por la fe que nos empuja, por el testimonio que hemos ofrecido. Que el Santísimo Cristo de la Sed y María Santísima del Amparo nos sigan guiando con su mirada serena y su protección constante, por intercesión de Santa Teresa de Calcuta. Que lo vivido ayer no sea solo un recuerdo, sino un impulso para seguir creciendo como hermandad, como parroquia y como Iglesia.
¡El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres!
